domingo, 24 de febrero de 2013

MARIA EN LA PASION DE JESUS


Comencemos un capítulo nuevo en este tiempo de Cuaresma vinculado a la Vida de Maria en la Pasión de su hijo. Información  extraída de antiguos libros dedicados a la figura de la Madre de Jesucristo y reflexiones personales adaptadas a este formato de blog.

                                                 MARIA HACIA EL CALVARIO

            ¡Vamos a Jerusalén¡  ahí comienza el Calvario de María, donde el Filius hominis, el hijo de la Virgen será víctima de una traición para ser crucificado. Así había dicho Jesús a sus discípulos al terminar su misión evangélica, y al emprender su viaje final junto a todos los Apóstoles y mujeres piadosas. María,  viendo la entrada triunfal en Jerusalén de su hijo,  escuchando cercano aquél “Hosanna”, es cuando se da cuenta que el descendiente de  David entra bendito en el nombre del Señor por la puertas de la ciudad como Rey, lleno de mansedumbre.

            Continuamente vemos a María acompañando a su hijo. Previo al Calvario podemos verla en las Bodas de Cana, evangelizando en el monte, y como no, ante los maestros en el templo.

 

            Con todo seguridad en la noche del lunes  “con la luna creciente” será el día clave para María, ya que Juan la acompañará probablemente a la casa donde se celebre la última cena y aunque no estando en la misma dependencia, según los evangelios, participará de ese hecho eucarístico según especifica la Venerable Madre de Agreda.

            Terminada la Eucaristía y junto a sus discípulos se encamina a un pequeño huertecillo donde acostumbraba a orar al Eterno Padre bajo una bóveda tachonada de estrellas. No se tiene constancia de que su Madre estuviera al corriente de esa salida, ya que Jesús probablemente no quisiera hacer partícipe a su Madre de tan gran dolor simplemente por ahorrar solo uno, de los tantos que sufriría.

            Recostados y tendidos sobre unos cojines, una vez terminada la oración en el Huerto, Juan y Pedro están dedicados a escuchar  la plática que les dirigía; quedando entonces Jesús  cortado sobre sus palabras, les anunció a los presentes que uno de ellos le venderá y entregará. Pedro preguntará a Juan,  ¿Por quién lo dice?. No quedando satisfecho en voz baja le pregunta a Jesús, ¿quien será?, Jesús contesta entonces, “a quien le de un trozo de pan mojado en salsa, ese es; y alargando la mano se lo dio a Judas.
 
 

 

 

 

 

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