LA ESPERANZA

            Cuantas formas y maneras  hay de dar esperanza, y aun más de tenerla. Vemos que a lo largo del tiempo y junto a las personas que nos rodean, continuamente estamos hablando de esta Virtud,  hermanas juntamente de la Fe y la Caridad.

            Somos Cristianos Católicos, Apostólicos y Romanos, pero aún sin serlo, por parte de alguno de los que andan mirando los diferentes blogs, puedan verse identificados por esta virtud. Como su nombre indica que esperamos?, que deseamos?, y sobre todo que consecuencia tendrá esa virtud,

 “LA ESPERA”?.

Esperemos, que teniendo esperanza, podamos esperar, a que la espera no se haga tanto esperar, sino que sea esperanza para un futuro en el cual no sabemos lo que no espera. Una virtud, un color que lo acoge, lo identifica, lo nombra y lo renombra para que sea el mayor deseo y anhelo de todos nosotros.

Como no, cada uno de nosotros ponemos en funcionamiento todos nuestros sentidos a través de actos, deseos, oraciones, que llegan a conjugar de alguna manera y a satisfacer nuestro propio EGO, a la vez que hace sentirnos satisfechos por esos actos encaminados a saciar nuestra esperanza en el mañana.

                      

A ese color me voy a referir, a ese color que ha adornado este año el tocado en seda salvaje de nuestra Señora de Capuchinos. Ese cuajo de verde esperanza, el cual ha servido para compartir los últimos deseos de una mujer esperanzada porque la vida de los dejados sea más confortable espiritualmente. Esas tres esmeraldas, como tres receptáculos de esas lágrimas caídas por sus mejillas derecha, hacen convertir a cada una de ellas en una virtud teologal. La FE, La Esperanza y la Caridad.

Que ese regalo que un día sirvió para adornarla, sea desde este año regalo para la señora de Capuchinos, y que cada vez que tantos los hermanos de la Archicofradía, como devotos y admiradores las vean, vean en cada una de ellas una virtud diferente, para trabajar por el prójimo. Acerquémonos a los demás a través de ellas, LA FE, ESPERANZA Y CARIDAD.

Esperanza para un futuro en el cual no sabemos lo que no espera., pero que sin duda esperamos.