Tal y como ayer estuvimos viendo existen otras curiosidades dignas de mención, y es que el transitar de la Semana Mayor ha cambiado mucho a lo largo de estas últimas décadas. Décadas en las que se ha notado el rigor en la estación de penitencia, el transitar de las filas de los hermanos de luz se ha convertido, en filas de hormigas perfectamente alineadas, se han modificado y renovado túnicas, enseres, sayas, coronas, restaurado imágenes, adaptado pasos, y sobre todo adquiriendo verdaderas joyas de la orfebrería y ebanistería, en definitiva una renovación total de la Semana Santa de Andújar.
Vemos en estas retrospectivas dos secuencias del paso de misterio de nuestra Archicofradía, una en la que la curiosidad es precisamente la iluminación de la cara del Cristo. Se puede apreciar que el ángulo que forman los dos brazos, del Cristo y del Angel es idóneo para que en el interior del Cáliz se albergue una pequeña bombilla que ilumine el rostro pasando el cable por la mano del ángel. En las décadas de las 40 y 50 era costumbre iluminar con luz artificial más que con cera.
Por otra lado y evocando el recuerdo de nuestro Imaginero D. Luis Aldehuela, es posible apreciar en ella los últimos retoques con pincel en mano de las gotas de sangre que recorren las sienes de Nuestro Padre Jesús antes de entregar el conjunto. Son detalles que por la antigüedad y por la época en la que se registraron vienen a aumentar mucho mas el patrimonio de la Hermandad, y que con orgullo son guardadas celosamente. Es necesario e imprescindible, como ya he comentado en alguna que otra ocasión, que todo esto salga de los baúles, sean desempolvadas, remozadas y valoradas para que el recuerdo como tal no se olvide, sería lo peor que pudiera ocurrir a cualquier hermandad.
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