Cuando en el ocaso de la vida, los sentimientos se van amontonando, los recuerdos van llegando más día a día a nuestra memoria, las añoranzas se agolpan en nuestro interior, la oscuridad comienza a aparecer por el horizonte, y poco a poco se va acortando el camino que cada uno comenzó; en contraposición, asoma en lo más recóndito de nuestro ser un leve claro-oscuro que al tonarse y acercarse con mayor fuerza comienza a hacerse belleza. Es la luz que todo cristiano anhela ver y disfrutar.
Este puede ser el sentido y la verdad de un cristiano, ¿que vida futura nos espera cuando esta cese.? ¿Será una vida por la que hemos luchamos en la vida, será una vida por la que hemos trabajado durante la vida, será una vida en la que hemos rezado toda la vida, será una vida por la que hemos ayudado al prójimo para ser más fácil su vida?. En definitiva que en el momento de oscuridad de nuestra vida, resplandezca con más fuerza la belleza de la nueva vida.
Reflexionemos y veamos en estas imágenes de Ntra. Sra de los Dolores el contraluz que supone el caminar en nuestras vidas, sin rumbo fijo o quizás mejor dicho sin apoyarnos en aquello que realmente creemos. Acerquémonos a ella durante toda la vida y no solo en los buenos momentos de nuestra vida.
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